31 de agosto de 2010


Esta soledad de piel de cuchillo, donde se abren los ojos para mirar
y el alma ensancha su nombre para resucitarse.
Al filo de un cuerpo que no se reconoce y juega a morir
mientras silbando pasan los hombres, los trenes, los nombres.
Agarrada a la imagen muda e inmóvil
contando los días para volver al precipicio.
Los huesos entumecidos, los dedos huyen hacia el cuerpo apedreado
dejándose caer inertes y movedizos al suelo.
Nombrada la víspera del suicidio, ahogada de sangre ajena,
natural de una tierra de nadie, angosta ,fría e inútil.
Un mordisco se apresura a realizarse en otra cara, un beso se juega la trayectoria de sí mismo, creándose en el vacío,
y , como una cura de sueño ,morir inevitablemente, mojarse de amores divididos, crearse una calle para caminarla y desmayarse en sus esquinas
y porque el cuerpo deja ver morados de golpes en batallas invisibles,
y la boca se enoja de no comerse los labios,
y los labios se enojan de no comerse la boca,
así se sucede la vida en un universo distraído.
Los pájaros han muerto después de visitar la ventana de dos amantes malditos
y el agua ensombrece su discordia de río susurrando paraísos y rastros de sangre,
y porque ese amor nuestro estaba hecho de agua precisamente huyó al infinito, precisamente por eso,
de agua, de agua, de agua, somos y seremos para siempre.
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ilustración de Mercé López

10 de agosto de 2010


Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar...
Bécquer




volverán las oscuras golondrinas
y los martes de sangre
la boca equiparada a un dolor visitado
la tez extraña y perseguida
el monstruo en la mejilla y en el fondo de los ojos
tres mil golpes con la forma de un noche errática
tres mil golpes para la mujer y su sexo, verjel de suspiros y oscuridad,
volverán las oscuras golondrinas
y las madrugadas de hambre y besos
y los laberintos ausentes
volverán las retinas extasiadas de joderse
los huesos frágiles,los viajes lejanísimos,
la autoridad de las palabras, el océano de crímenes,
la bola del mundo en las manos blancas,las uñas mordidas,
el esquivo universo de las mismas palabras,el dolor agudo,la estancia cuadrada y sucia,
el desorden en el estómago,el vidrio en las lágrimas largas y sin sentido,
volverán los robots del corazón hermético,censurado, intolerable,vencido,ausente de sí,
volverán besos y errores de guillotina,armarios atrapando el latir de las venas,
enormes silencios, vaciados túneles en la lengua y el alma,
volverán las oscuras golondrinas retomando la muerte para mí,
Medea incorregible yo,temblorosa,rara,astuta,inútil,sentenciada,colérica,
equibocando una y mil veces en el sitio y la hora, en el nombre y la piel,
en la quimera y en la prisa, en los ojos y en el origen...
porque volverán, volverán las oscuras golondrinas...
volverán.