15 de diciembre de 2015

/todo lo que escribo es para ti,
para tu insomnio,
para tu mente confundida,
para tus manos de arce,
para tu silueta enjuta y amanecida,
veo como te tiemblan las manos, fumas,
no has olvidado nada de tu viaje,
has huido tantas veces de ti mismo...
Ahora mismo desde el otro lado del mundo
te deseo que amanezcas árbol
o te conviertas en el borde de la flor
que sólo existe para nombrarla...
No olvides nunca
que te has reconstruido tantas veces
y tus ojos pequeños y fijos
y tu olor a humedad y enredadera...
Y tu soledad con cobertura de cuchillo...
Visitante del silencio,
visitador de mis profundidades/