Me acuerdo cuando es dulce
cuando agarra la tarde gris y la vende
para traer un camión gigante lleno de flores
que más se puede decir
del infinito engañado en sus ojos
de la envidia del viento si le toco
Me acuerdo dentro de mi cueva
y dejo de llorar si aparece en el horizonte
y si no apareciera más yo sería la nada
sería una ceniza esparcida por un monte calcinado
sería una equivocación del la víspera y el desorden
una equivocación de la materia
que me pasó de rata a puta
de puta a muñeca
de muñeca a precipicio
de precipicio a muerte.