Lo miró con los ojos temblando, con la saliva en otro sitio
y se puso el viento a gritar
y se puso la noche a cambiar luces y muertes,
porque estaba blanco y tembloroso lleno de tormentas
lo miró con la inercia del precipicio ,sin prisa,
errante de su boca pequeña
y todo lo que había suponía una quietud y un susurro inmóvil
para dejar paso a un llanto dormido
porque si desaparecía todo volvía a no existir
y el miedo cotinuaba hasta llegar al desorden y la mañana
como limpios fantasma que no se conocen
como trozos de un paisaje aniquilado
como llegar al fin al destino de la piel
al fin al destino del olor distinto y tibio de sus brazos
como soñar y llorar a la vez que huye el mundo
como no volver más a su voz y su miedo
lejos de todo,amanecida de silencios
amanecida de silencios sin su chubasquero azul cerca
sin sus zapatos rotos, sin su libreta de poemas,
sin sus ojos extraños y su dosis de medicamentos,
sin nada más que la foto y a lo lejos el mundo.
19 de septiembre de 2010
el chubasquero azul
Publicado por la princesa inca en 21:15:00