Soledad que masticas silencios, he visto reflejada tu cara en un espejo que no era la muerte, no ves que no te tengo miedo, ni a ti ni a ella, y si me venís a coger el cuello os encontrareis una mujer-niña que vomita, o una flor que se hace de hierro...He pasado al otro lado del miedo, y recuerdo no haber visto allí sólo vacío o negro, detrás del miedo, lejos del miedo máximo, del delirio...Detrás no hay oscuridad o frío, detrás del miedo, detrás de la locura, hay un prado larguísimo, donde duermen estiradas cientos de personas, desnudas abrazadas entre ellas, un prado indescriptiblemente grande donde sueñan todos y sonrien, más allá del miedo un bosque de gente desnuda y dormida, que sueñan, y quizás ya no puedan o no quieran volver al otro lado del espejo.La realidad no existe es una mera ensoñación o un delirio de una mariposa.