4 de julio de 2012

Yo conocí una vez un sueño de sangre
se esperaba la noche a que nos pusiéramos desnudos
los sueños entraban en los ojos como cristales
yo soñaba que era un pájaro negro y febril
soñaba ser tan blanquísima como la nieve
pero manchada de una herida ensangrentada

yo he visto monstruos llenos de belleza
quisiera encontrar un hogar entre el barro y el abismo
pero siempre viene el miedo para arañar fuertemente mis senos,
para destrozar como un pitbull mi pecho de montaña

cómo me gustaría sembrar el mar cerca de tus ojos
y quedarme dormida tranquila
pero necesito las pastillas y los cuentos y la brisa
y tu vientre y tus manos y tu voz susurrando
y necesito ir calmando el dolor del pecho
y el dolor del alma y el dolor de vivir en oscuridades
necesito tantas cosas para dormir tranquila...

Porque yo conocí una vez un sueño de sangre

porque yo una vez conocí un sueño de sangre.