9 de julio de 2012








En homenaje al silencio y a la sangre
salí desnuda al balcón y lloré
mientras mis ojos recordaban los tuyos
mientras mis manos agarraban el aire
pensando que eran tus dedos encendidos...
La rabia prevalece en la destrucción de un amor
que se fue y volvió de mi noche, de mi lecho, de mis dientes...
En homenaje a lo que no conocemos
decidió beberse todo el alcohol
acabar con toda droga visible...
Y entonces fue cuando recordé que le costaba llorar
que tenía miedo del fondo del mar
y del fondo de su alma esquelética y sensible...
Me hubiera gustado recordarle
que a pesar del terror siguen los árboles
y el agua transparente
se puede verter en un corazón despellejado...

Pero cuánto territorio solitario
pero cuantas madrugadas con frío
pero que tarde para explicar lo inexplicable...
Saber que no volverá el amanecer de hace años
que ella jugó con lo precipitado
con lo irreversible...
Para volver a nombrar miedo y sangre
como si no existieran más palabras...

En homenaje a su dolor
caminé descalza entre vidrios
afilados con mis pensamientos huérfanos
y supuse que el mundo lo acompañaría a su muerte,
si es verdad que alguna vez
estuvo realmente vivo.