29 de mayo de 2010


esta tarde de sol incendiado
donde no tengo boca para besar ni ojos que descuiden el mundo
donde juego a perseguirme en el espejo
donde se guardan pesadillas para mi pelo

esta tarde de gatos que huyen
y una cama blanquísima donde dormir el tedio

donde se posan las palomas como seres extraños
en una ciudad divida
y donde se revisten con flores los miedos oscuros
porque no entendemos nada del mundo
y aún así gateamos por los amaneceres inmóviles
disgustados de no haber llegado al paraíso

donde la luz se refleja para asegurarnos de que estamos vivos

porque sólo podemos vivir sin preguntarnos demasiaso
dejarnos llevar por una corriente de palabras cuerpos o soles

dejarnos llevar por la marea y no tener prisa en vivir
que la vida no espera
y hemos de aprobechar la madrugada y la manta
que nos reguarda del miedo o del frío

que la vida no espera